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ABADONNA: Fragmentos del Alma Capítulo I: Parte 3

Capítulo I: Parte 3

Continuamos con una nueva entrega de nuestro libro digital, esta vez Abadonna, Capítulo I: parte 1. Puedes leer la PARTE II, antes de iniciar o continuar la lectura desde acá. Un capítulo por semana, antes de iniciar la lectura toma en cuenta lo siguiente:

ADVERTENCIA

EL SIGUIENTE TRATA TEMAS QUE PUEDEN AFECTAR LA SENSIBILIDAD DE ALGUNAS PERSONAS.

SE SUGIERE DISCRECIÓN POR PARTE DEL LECTOR.

LOS PROBLEMAS DE SALUD MENTAL Y LAS IDEAS DE SUICIDIO SON MÁS COMUNES DE LO QUE PENSAMOS, LO IMPORTANTE ES PEDIR AYUDA Y ESTAR ATENTOS PARA APOYAR A OTROS CUANDO NOS NECESITEN. EN CASO DE NECESITAR AYUDA LLAMA A UNA PERSONA DE CONFIANZA O MARCA AL 156.

ABADONNA CAPÍTULO I: Parte 3

Veo que ya te recuperaste, eres especial… Muchos en situación similar a la tuya tardan meses en recuperarse o simplemente quedan inertes en aquel sitio y con el tiempo se convierten en arena; pero tú en tan poco tiempo pudiste ser capaz de levantarte y poder caminar. – ¿Situación similar? ¿Qué era lo que me había sucedido? Estaba consciente que mi vida ya había terminado; pero lo irónico es que después de muerto me di cuenta que no era la puerta de escape a mis problemas, entendí que en mis últimos días de vivo había tomado las peores decisiones; había perdido la cordura y ya muerto la había recobrado.

El pequeño hombre continuo con sus palabras: – Muchos al llegar acá se encuentran desorientados, no saben exactamente qué es lo que les ocurrió; muchos especialmente en aquel desierto donde te halle se pierden en sus recuerdos, su voluntad es absorbida y puede ocurrirles tres cosas: La primera ser absorbidos por la oscuridad, para luego formar parte de aquel desierto por la eternidad; la segunda cosa que les podría ocurrir es que ante el sufrimiento de sus recuerdos pierden su naturaleza humana, pierden el raciocinio, destrozan sus cuerpos a manera de poder sacar toda la culpa y sufrimiento de sus adentros  y se convierten en entes que buscan alimentarse de otras almas en desdicha; lo tercero que les puede ocurrir, está relacionado con lo segundo…Las almas se encuentran aprisionadas por sus recuerdos y sirven de alimento para aquellas almas corruptas que dejaron su parte humana…- finalizó.

Aquel momento paro la conversación y se quedó mirando su mano izquierda; fue entonces que me di cuenta que aquella parte de su cuerpo no era normal, tenía una pigmentación plomiza azulada, como si se tratase de un miembro necrosado; dio otro pequeño suspiro y continuó con la charla… −A ti te ocurrió lo tercero, te encontré completamente desplomado en la tierra, parte de tu energía ya había sido absorbida y gran parte de tu cuerpo ya había desaparecido, me hice paso entre la muchedumbre que se alimentaba de tu ser  y te traje hasta el lugar que conociste al abrir tus ojos…- Me encontraba un poco confundido con lo que me decía, en mi cara se reflejaba la confusión, él al darse cuenta que no lo entendía cambio su discurso, con una leve risa nerviosa comenzó con sus palabras…

Disculpa muchacho, no soy bueno ordenando mis ideas, creo que no entendiste nada de lo que te hable… ¿Por dónde empezar? ¿Sabes que no te encuentras vivo? Yo afirmé con la cabeza ante su pregunta, el continúo hablando.

Bueno entonces empecemos por ahí; muchos piensan que al morir pasamos a otra vida, en la cual somos juzgados y dependiendo de nuestros actos en vida nos pueden enviar al cielo o al infierno, pues eso no es tan exacto y menos así de sencillo; el ser humano tiene una misión que debe cumplir en vida; si la cumple antes de que su vida fenezca, al morir su alma obtiene el derecho fundir su existencia con el gran alma del universo; por lo contrario, un ser humano que no cumplió la misión por la cual fue enviado a la tierra, al morir viene a este lugar;  bueno a este lugar lo podríamos asemejar a una sala de espera.

Las almas llegadas a este plano deben terminar la tarea que se les fue encomendada en vida y por si fuera poco deben recuperar lo que fueron perdiendo en su vida, uno no llega completo a este lugar en su día a día dependiendo de sus acciones se separa de parte su alma o deja que una parte de ella muera y pues una vez cumplas tu misión y te halles completo deberás ir hacía tu siguiente renacimiento.  -En parte de la conversación te dije que muchas personas esperan ser juzgadas por sus actos, en cierta manera ocurre esto, no se conoce al ser que juzga y por lo tanto no puedo asegurarte la existencia de Dios, de los ángeles o los demonios; simplemente al ser juzgado parte de tu alma es ubicada en algún lugar de este extraño espacio, mundo o como quieras llamarlo, algunas partes pueden caer en sitios seguros y pues otras corren con una suerte igual o peor a la tuya… Supongo que hiciste algo muy grave para ser enviado precisamente a esta parte ¿No?El anciano puso pausa a su conversación; su cara decía que esperaba una respuesta de parte mía…

Suicidio.- Le respondí con la voz temblorosa y de manera insegura, el me miró; su mirada reflejaba compresión y compasión; reanudo su conversación

No soy quién para juzgarte, debiste tener tus razones; pero tu decisión dio este desenlace. Muchas veces preferimos aguantar y dejar adentro el dolor, el sufrimiento; pero cada vez que lo hacemos…Es como si acumuláramos un peso innecesario que poco a poco nos enceguece y nuestro razonamiento se ve mermado, tomamos decisiones que veas por donde las veas nunca tendrán una la solución deseada…Su reflejaba tristeza, parecía que había recordado algo que le causaba dolor y se mantuvo callado por algunos minutos…

Sentí que él era una persona que de cierto modo paso casi por las mismas cosas que yo, comencé a tomarle empatía y también tenía muchas cosas que decirle, así que comencé a hablar…

−Usted tiene razón, en vida cometí muchos errores y al final quería terminar con las cosas que me atormentaban, estuve muy equivocado y como usted dijo mis actos condujeron a que me encuentre en este lugar deprimente; no quería ser salvado, para mí era mejor dejar de existir; pero en ese momento fui salvado por usted, alguien que sin conocer mi pasado decidió que mi existencia tenía valor; al despertarme en esta habitación tenía preguntas acerca del lugar en el que me encontraba, quería saber quién era la persona que me salvo y la razón del porque lo hizo…

– Me levante de la cama y me detuve a su lado; el me miro, aun con una cara llena de tristeza trato de mostrarme una sonrisa, junto sus manos y respondió ante mi comentario.

CONTINUARÁ… Si te interesa este tipo de lecturas, también te recomendamos algunos libros aquí. No olvides, subimos un capítulo nuevo cada semana. Abadonna, Capítulo I: parte 3, nuestro primer libro digital gratuito, esperamos que sea de tu agrado.  

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